LEVANTE EN CALMA
Candi Garbarino nunca ha renunciado a su vocación de plasmar sobre el lienzo la naturaleza en sus múltiples facetas y todas esas facetas a su vez circunscritas en la ciudad de Cádiz, referente incontestable en toda su obra.
La colección que ahora presenta, su más reciente trabajo, nos conduce por dos caminos diferentes pero complementarios y constantes en la pintura de Candi Garbarino: la arquitectura representada en los fragmentos de azoteas, cornisas y adornos y por otro lado las flores, plantas y árboles identificados, en parte, según la nomenclatura de Carlos Linneo.
Esta exposición, Levante en calma, remite
a los días de verano, a esas horas estivales donde la luz cegadora y la calima difuminan los contornos de las cosas. Los pretiles y los remates de las azoteas mirados desde el suelo nos descubren nuevas sensaciones. ¿Melancolía, quizás? La encontramos, sí, en esos cielos, en los bellos colores y en los pájaros alborotados, pero también en una luz que lo envuelve todo, nostalgia, ambientes en los que se hace sentir el silencio que transmite intimidad, discretas reverberaciones, en suma, una forma de mirar en la que es posible que sea tan sugerente lo que vemos como lo que no vemos bien; pinturas que reflejan un tiempo muerto en el que se puede jugar y olvidarse de lo que ocurrirá cuando llegue el frío: “No me asusta el cercano invierno en el calor pleno del verano pues sé que el presente permanece también en el futuro…” canta Mikel Laboa.
Encontramos también en esta exposición sensible, exquisita y personal un canto a la Naturaleza; es aquí donde podemos sentir la verdadera esencia de la artista, en los animales, la luz y sobre todo en las plantas, exuberantes y voluptuosas en su esplendor, que acompañan desde hace años el devenir creativo de Candi Garbarino, buganvilias, hibiscos, jazmines, dragos y el ficus constanteme
nte plasmados en una insistencia que no se agota ni nos agota, en un juego visual en el que apreciamos la mejora de la composición, del movimiento, del gesto , del color… Candi Garbarino llega a una madurez plena que rechaza ciertos códigos, que ofrece un discurso notablemente a la contra de las tendencias actuales, que reflexiona sobre lo creado anteriormente, que ofrece imágenes de fuerza arrolladora y de belleza barroca junto un perenne amor a los sentidos.
A veces no basta con mirar, no se ve lo mismo cuando se contempla algo; no se contempla lo mismo cuando se mira. Sólo hay que saber, esta exposición así lo expresa, que cada uno lleva dentro la pequeña revolución de la ternura y la belleza.
Alfonso Arenas
HORARIOS
De lunes a viernes:
de 10:00 a 13:30 h.
Tardes: martes y jueves
de 18:00 a 20:00 h.
Sábados: de 10:30 a 13:30 h.
https://www.diariodecadiz.es/elbalcon/pinturas-candi-garbarino-benot_0_2002428508.html